Con la llegada del verano y los meses más cálidos del año es el momento de buscar maneras que nos permitan reducir la temperatura de nuestro hogar sin tener que recurrir a los costes que supondría un sistema de refrigeración eléctrico.
Con métodos muy sencillos, algunos más económicos que otros, podemos aislar fácilmente nuestro hogar o las zonas que creamos más propensas a acumular temperatura durante los meses de calor, como las fachadas expuestas al sol directo durante varias horas o bien los porches y terrazas.